El
suicidio continúa siendo un tabú. Es la primera causa de muerte externa en
España desde hace 10 años, cada día se suicidan 10 personas y otras 20 realizan
un intento de suicidio y sin embargo continua sin ser noticia, el problema se oculta y no se buscan soluciones ni políticas de
prevención.
El
suicidio es el resultado de un terrible sufrimiento emocional interno. Nunca se debería clasificar un suicidio en términos de “cobardía” o “valentía”.
Tampoco tenemos derecho a decir que la persona que falleció era una egoísta
Las personas que ponen en riesgo su vida
y su salud, a menudo padecen un trastorno por depresión
pero esto no siempre es así. Las causas se deben a múltiples factores a veces
difíciles de diagnosticar o de prever.
Algunas de esas causas pueden ser:
-
La depresión y trastorno bipolar
-
Trastorno limite de personalidad
- Esquizofrenia
-
Las conductas
adictivas
-
El desarraigo
social o soledad
-
Acontecimientos
vitales estresante
- La enfermedad crónica que cursa con dolor
SI
TIENES PENSAMIENTOS SUICIDAS.
Debes
saber que
- No estás sólo. Busca un amigo, un familiar, un terapeuta y
trasládarle tus inquietudes
- No mantengas en secreto
tus pensamientos sobre el suicidio.-
- Las crisis de suicidio suelen ser
pasajeras. Aunque ahora sientas que tu abatimiento no va a terminar, es importante
reconocer que las crisis no son permanentes.
- Los
problemas rara vez son tan graves como parecen a
primera vista. Las cosas que ahora te parecen insuperables (problemas financieros,
pérdida de un ser querido...) con el tiempo, serán seguramente menos graves y
más controlables
- Las
razones para vivir ayudan a superar momentos difíciles. Piensa en las
cosas que te han sostenido en los momentos difíciles: tu familia, tus
aficiones, tus proyectos para el futuro...
Consejos personales para prevenir el suicidio
Además,
las siguientes orientaciones pueden ayudarte a combatir los pensamientos de
suicidio:
- Recuerda que
no es beneficioso actuar de forma impulsiva, con el tiempo el pensamiento del
suicidio desaparecerá.
- Lo más importante es abrirse a los demás y comunicar
tus pensamientos a alguien en quien confíes, o a algún profesional de la salud.
- Mantén a mano
una lista de personas con las que puedas hablar cuando tengas pensamientos
suicidas.
- Elabora un
listado de servicios 24 horas que atiendan estas situaciones.
- Llega a acuerdos con personas para llamarles en caso
de que intentes autolesionarte.
- Dale a tu psicólogo los datos de un amigo, familiar
u otra persona que pueda ayudar.
- Distánciate de cualquier medio con el que puedas
hacerte daño.
- Evita el consumo de alcohol u otras drogas.
- Evita hacer
cosas que no te salen bien o encuentras difíciles hasta que te encuentres mejor.
- Planifica actividades diarias, escríbelas y ponlas
en un lugar visible. Incluye al menos dos actividades diarias, de más de media
hora cada una, que te gusten.
- Procura
hablar y relacionarte con otras personas.
- Si sigues un
tratamiento por enfermedad mental has de hablar con tu médico.Cuida tu
salud física, vigila tu alimentación y realiza alguna actividad deportiva
sencilla.
- Intenta mantenerte
activo/a y ocupado/a. Participa en actividades culturales, deportivas, de ocio.
- En caso de autolesionarte, o sentir un peligro
inminente de hacerlo, llama al 112 o dirígete al Servicio de Urgencias del
Hospital o del Centro de Salud más próximo.
COMO
AYUDAR A UN FAMILIAR O AMIGO EN RIESGO
Afortunadamente, existen algunos indicios que nos pueden advertir
de que una persona está pensando en el suicidio e intentar evitarlo. Hay que
poner especial atención cuando se dan estas señales, en los grupos y momentos
de riesgo mencionados anteriormente, especialmente durante los seis meses
posteriores a una hospitalización psiquiátrica, si ha sufrido recientemente una
pérdida importante, o bien si tiene problemas interpersonales como, por
ejemplo, graves conflictos con su pareja.
Señales
de alerta
• Habla de suicidarse. Verbaliza: “Quiero matarme” o
“Voy a suicidarme”.
• Ofrece señales como “No seré un problema por mucho
tiempo más” o “si me pasa algo quiero que sepan que...”.
• Comunica sentimientos de soledad y aislamiento.
• Manifiesta emociones contenidas de alejamiento y
huida.
• Expresa sentimientos de impotencia, aburrimiento
inutilidad, fracaso, pérdida de autoestima, desesperanza.
• No responde a los elogios.
• Tiene dificultades para comer o dormir.
• Muestra cambios radicales en su comportamiento.
• Se aleja de sus amigos y/o actividades sociales.
• Pierde el interés en sus aficiones, sus estudios o
su trabajo.
• Regala sus posesiones más apreciadas.
• Corre riesgos innecesarios.
• Pierde el interés en su apariencia personal.
• Aumenta el consumo de bebidas alcohólicas o de
drogas.
•
Cierra asuntos, visita o llama a personas para despedirse.
•
Piensa que su sufrimiento es muy grande o ha durado tanto que cree que ya no
puede con él.
•
Piensa constantemente en la muerte.
•
Tiene ideas definidas sobre cómo quitarse la vida.
• Tiene dificultad para concentrarse.
•
Le da vueltas y más vueltas a problemas que parecen no tener solución.
•
Aumentan las molestias físicas, frecuentemente asociadas a conflictos
emocionales.
•
Escucha voces que le instruyen a hacer algo peligroso.
• Empeora un posible estado de depresión
(tristeza profunda)
Formas de ayudar a una persona que expresa su
intención de cometer un suicidio:
•
Valora la situación seriamente.
•
Sé directo/a. Habla clara y abiertamente sobre el suicidio.
•
Exprésale tu preocupación.
•
Muéstrate dispuesto/a a escuchar. Deja que la persona hable de sus
sentimientos.
•
Acepta sus sentimientos. No los juzgues. No cuestiones si el suicidio es o no
correcto. No des sermones sobre el valor de la vida.
•
Acércate y muestra que estás disponible. Demuestra interés y ofrece tu apoyo.
•
No desafíes a la persona a que lo haga.
•
Tranquiliza a la persona.
•
No te muestres espantado/a. Eso no hará sino poner distancia entre los dos.
•
No prometas confidencialidad. Busca ayuda también entre sus familiares y
amigos.
•
Explica que hay alternativas disponibles pero no des consejos fáciles.
•
Adopta medidas prácticas: Retira o controla todos los elementos que puedan
suponer un riesgo.
•
Si es posible, no dejes sola a la persona. Evita, sin embargo, situaciones de
excesivo control.
•
Busca ayuda profesional e informa de si existe algún antecedente familiar de
suicidio.
•
Involucra a otras personas significativas que puedan contribuir a superar esta
situación.
Hablemos del suicidio
Llámame. tf 91 71
91 852
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