Cuando comenzamos una nueva etapa,
ya sea por el año nuevo, el cumpleaños o la vuelta de las vacaciones de verano es tradición pedir nuevos deseos, esta tradición nos ayuda a enfocarnos en las cosas que para cada uno de nosotros son
importantes en la vida, es también una actitud positiva y de confianza en la
vida que nos ayuda a sentirnos bien.
El siguiente paso para que los deseos se hagan realidad es
tomar la decisión de emprender esos nuevos proyectos, de comprometernos y pasar
a la acción. Los nuevos proyectos pueden ser de todo tipo, profesionales o
personales, puede significar una innovación o un cambio en la forma de realizar el trabajo,
puede ser emprender un nuevo negocio o un compromiso de pareja para crear un proyecto de vida en común. La decisión puede
ser tener un hijo o comenzar a practicar una nueva actividad lúdica, deportiva
o creativa.
Goethe nos dejo este texto que nos puede servir de inspiración:
“Hasta que uno se compromete, hay duda,
la posibilidad de
volverse atrás, siempre ineficacia.
Pero en lo concerniente a todos los actos de iniciativa y creación, existe una
verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y espléndidos planes,
esto es : que en el momento en que uno se compromete definitivamente, también
la Providencia se conmueve.
Todo tipo de ayuda que nunca hubiera aparecido, surge ahora
ante uno. Toda una corriente de sucesos fluye desde la decisión, poniendo a
nuestro favor nuevas situaciones, encuentros inesperados y ayudas materiales
que nadie hubiera podido soñar que nos llegaran.
Lo que puedas hacer, o sueñes en hacer, comiénzalo.
La audacia lleva genio, poder y magia en sí misma.
la posibilidad de volverse atrás, siempre ineficacia.
Pero en lo concerniente a todos los actos de iniciativa y creación, existe una verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y espléndidos planes, esto es : que en el momento en que uno se compromete definitivamente, también la Providencia se conmueve.
¡Comiénzalo ya!
Goethe
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