Cada relación de pareja es única y por supuesto cada ruptura
o separación también lo es. Algunas relaciones de pareja comienzan con
mucha pasión, otras avanzan poco a poco a partir de una relación
de amistad y confianza, pero todas ellas comienzan con ilusión y alegría y
terminan con tristeza y desilusión.
Todo ser humano lleva dentro de sí mismo el arquetipo
idealizado de la relación de pareja y gracias a ese ideal somos capaces de
abrir nuestro corazón y nuestra vida a una persona nueva. Lo importante es
aprender a diferenciar el ideal de la realidad, cualquier relación de pareja corta o larga es un encuentro íntimo con
otra persona que nos permite compartir e incluso descubrir y desarrollar aspectos de nosotros mismos y ese es el gran
tesoro que nos queda cuando la relación se termina, pero como cualquier
tesoro está oculto y antes de encontrarlo tenemos que soltar y decir adiós a la
pareja.
La ruptura sentimental de la pareja es un proceso triste y
doloroso, no podemos evitar estos sentimientos pero si podemos aprender a
vivirlos en su justa medida. Negarlos y buscar una nueva pareja como si no
hubiera pasado nada, creará dificultades
en la próxima relación y dejarse arrastrar por el dolor y la tristeza
puede llevarnos hasta la depresión.
La ruptura de una pareja sin hijos es más sencilla porque se
puede decir adiós definitivo sin
necesidad de continuar relacionándose como padres. Para la ruptura de pareja
con hijos ir al artículo de mediación familiar.
Claves para superar la ruptura de
pareja sin hijos
1- Aceptar la ruptura definitiva.
Generalmente se producen varios intentos de ruptura y reconciliación antes de
la ruptura definitiva y muchas parejas se dan un tiempo con la esperanza de que
la distancia les facilite un reencuentro y pero lo cierto es que cuando vuelven
a estar juntos reaparecen exactamente los mismo problemas. Si la pareja no está
rota definitivamente lo más recomendable es hacer una terapia de pareja.
2- Vivir la tristeza en su justa medida, como
en cualquier proceso de duelo y de perdida la tristeza nos ayuda a decir adiós
y a llorar por la pérdida de la persona y de todos esos momentos bonitos que
hemos compartido juntos. La tristeza nos lleva al recogimiento y a la
tranquilidad necesaria para sanar las heridas, hay que combinar momentos de
tristeza con otros de distracción.
3- No idealizar los momentos positivos, ni
los recuerdos y mucho menos a la persona. Es recomendable retirar
progresivamente de la vista fotos, regalos y recuerdos. Algunas cosas se pueden
quemar o enterrar como símbolo de despedida y otras se pueden guardar en el
baúl de los recuerdos.
4- Evitar el victimismo y el sentimiento de
abandono. Solo se abandona a las personas que no pueden valerse por sí
mismas como los niños, los ancianos o los enfermos. Si ante una ruptura de
pareja la persona tienen fuertes sentimientos de abandono probablemente es
porque se están abriendo viejas heridas de infancia y necesita una terapia para
sanarlas.
5- No culpar al otro, todos comentemos
errores e incluso si el error fue grave como por ejemplo maltrato o infidelidad, la rabia tenemos que utilizarla
con firmeza para defendernos y parar una situación en la que no estamos siendo
respetados y después dejar que la rabia se apacigüe e incluso perdonar. Si la
situación ha sido grave es recomendable buscar apoyo psicológico.
6- No culparse a uno mismo, incluso si se
han cometido errores, hay que aprender de los errores y pedir perdón si es
necesario, pero también hay que aceptar que las relaciones de pareja son etapas emocionales de la vida que con
frecuencia se terminan sin necesidad de que nadie haya cometido graves errores
en su comportamiento.
7- Evita mantener contacto con tu “ex-pareja”
y con su entorno más próximo. Aunque con el tiempo la relación de pareja
puede transformarse en una relación de amistad, inicialmente es más fácil
alejarse y dejar que las heridas cicatricen. Cuidado con las redes sociales. No
te interesa en absoluto saber que está haciendo tu “ex –pareja” en su nueva
etapa de vida, la vida continua para todos, pero puede resultar muy doloroso
por ejemplo encontrar fotos cuando inicia una nueva relación.
8- Apóyate en amigos y familiares, habla
con ellos, cuéntales cómo te sientes y también muestra interés por saber cómo
están ellos. Pídeles que te escuchen y también que cambien de tema cuando te
repites demasiado. Participa en reuniones y actividades de ocio incluso si al
principio no te apetece mucho.
9- Fortalecer tu autoestima y tu autonomía. El
amor a uno mismo es el pilar fundamental de nuestra vida. No somos ni mejores,
ni peores cuando estamos solos o en pareja. Compartir el amor en pareja es una
experiencia maravillosa pero la fuente del amor está dentro de uno mismo y
podemos disfrutar de la vida haciendo en solitario lo mismo que hacíamos en
pareja o haciendo cosas nuevas.
10- Crea
una nueva vida. Cambia tu ritmo de vida, participa en nuevas actividades,
ya sean viajes, ocio, cultura, fiestas, cursos… aprovecha para hacer cosas que
no hacías en pareja, quizás porque no podías compartirlas. Encontraras nuevos
amigos y entraras en una nueva etapa de vida, ni mejor, ni peor simplemente diferente.
11- Espera un tiempo antes de comenzar una
nueva relación de pareja, de lo contrario la nueva relación se verá
boicoteada por la anterior. Algunas personas buscan inmediatamente una nueva
pareja para evitar el sufrimiento y la soledad, otras veces un nuevo enamoramiento es la causa de la ruptura y en
ese caso es muy útil hacer una terapia individual para que la nueva relación
pueda funcionar.
12- Conserva los tesoros. Haz una lista de
todas las cosas buenas que has aprendido y desarrollado con tu “expareja”.
Comienza por las más fáciles, del tipo aprendí submarinismo, continua con las más
afectivas por ejemplo desarrollé la ternura y aprendí a disfrutar más la
sexualidad y termina con las más difíciles, con las que han comenzado siendo dolorosas aunque gracias a
ellas has desarrollado una cualidad importante, por ejemplo aprendí a
defenderme cuando me insultaba.
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